Brad (Will Ferrell) es el padrastro de dos niños que no le aceptan. Con el paso del tiempo los pequeños empiezan a pedirle consejo y favores, entendiendo él que ya forma parte de la familia. El problema llega cuando el padre biológico de los niños, Dusty (Mark Wahlberg), decide regresar e involucrarse en su educación.
Exceptuando la llegada al aeropuerto de Dusty, la relación que tiene con Brad es bastante "buena". De cara a la gente se llevan bien pero siempre están picándose para ver quien de los dos quiere más a los pequeños, pero siempre todo de colegueo.
A la madre no parece importarle que Dusty se haya acoplado a sus vidas y ve las ventajas de tener dos hombres en casa. Los dos niños también ven la parte buena de tener dos padres: más regalos, más cuentos antes de dormir...
El problema llega cuando Brad se cansa de competir y en un partido de baloncesto se emborracha y la lía, ocasionando que su mujer le eche de casa.
Dusty se ve presionado por todas las tareas que tiene que realizar con los niños (las cuales hacia Brad como padre modélico) y decide irse y abandonar de nuevo a sus hijos.
Sin embargo, es el día del baile de padres e hijas y la pequeña se ve sin padre acompañándola. Brad convence a Dusty para ir al baile y hacer feliz a la niña. Allí ambos padres ven que tienen que unir sus fuerzas para enfrentarse a un padre abusón y acaban teniendo una "pelea a muerte".
Pasan unos meses y se ve que Brad ha arreglado las cosas con su mujer y tienen un hijo juntos, mientras que Dusty se ha instalado en una mansión justo enfrente para estar cerca de sus hijos. A su vez, Dusty ahora tiene una nueva novia (Alessandra Ambrosio) y una hijastra.
La película termina llegando el padre biológico de la hijastra de Dusty y se da cuenta de que va a tener el mismo problema que cuando él llego a la vida de Brad.
Opinión personal
Me empezó gustando, a la mitad se me empezó a hacer un poco pesada, pero a partir del partido de baloncesto, la película se vino arriba y, finalmente, me dejó con buen sabor de boca.
Los constantes piques entre los padres son muy graciosos, sacan lo mejor de Farrell y Wahlberg.
Luego está el personaje de Griff, que se introdujó en sus vidas para arreglar un desperfecto en la casa y se quedó... para siempre.
Y la aparición final de John Cena como el nuevo rival para Dusty, me dejó pensando que el pobre lo va a pasar fatal como se tenga que ver las caras con él.
Mi nota final es de 6/10.
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