Como diría Monserrat Caballé: "Aquí está la Navidaaaaaaaaaad".
Y por estas fechas tan señaladas, me llena de orgullo y satisfacción el poder mostrar otro post en clave humorística de los tópicos navideños.
Comienza noviembre y las grandes empresas ya están preparadas para este gran acontecimiento de derroche. Tú todavía no has sacado la ropa de invierno del armario y ellos ya te están vendiendo turrón, dulces y langostinos.
Lo único positivo de esto (los golosos me entenderán), es poder comprar bombones de lindt de todas las clases; llegar a casa, peli, manta y bombones... delicioso.
Del 1 al 15 de Diciembre
En cuanto asoma ya diciembre, el espíritu navideño ya empieza a aflorar para muchos y es inevitable comprar alguna pijada. Que si esto para no se quien, que si lo otro para el amigo invisible, ah pues mira esto otro...
Del 16 al 23 de Diciembre
Ir al centro de la ciudad a tomar algo por la noche se hace una misión imposible. Todos los restaurantes te piden reserva y los que no, tienen las salas que no entra un alma. Las cenas de Navidad invaden la noche. Y con ello, los correspondientes controles de alcoholemia rodeando la ciudad en todas sus salidas. Bebedores, no tenéis escapatoria.
24 y 25 de Diciembre
Víspera de Navidad, y ya vamos a por la segunda cenorra del mes. Este año te propones no cebarte, pero llegas a casa de tu abuela y ves el despliegue que tiene montado encima de la mesa del comedor y un nuevo pensamiento nace en tu interior: No se que probar primero.
Sólo falta que venga la Preysler con su pirámide imposible de Ferrero Rocher (admitir que lo habéis intentado). Pero el que sí que viene es el Rey a contarnos... ups! ¿alguien sabe lo que dice? Yo sólo recuerdo poner la tele y plof, desconecto.
Sólo falta que venga la Preysler con su pirámide imposible de Ferrero Rocher (admitir que lo habéis intentado). Pero el que sí que viene es el Rey a contarnos... ups! ¿alguien sabe lo que dice? Yo sólo recuerdo poner la tele y plof, desconecto.
Llega la noche y mientras te diriges de la mesa del comedor al sofá hinchado como una pelota de playa, se oye en la pantalla del televisor cantar a Raphael en el especial de Nochebuena. Si es que no nos libramos un año.
Al día siguiente, los niños corren escaleras abajo sorteando todo tipo de obstáculos como si de un slalom se tratara para llegar el primero al árbol de Navidad y descubrir si este año Papa Noel les ha traído lo que ellos querían. La conclusión que saco es que ese día hay que bajar dos veces la basura, la cantidad de papel de regalo desperdiciado se cuenta por kilos.
Del 26 al 30 de Diciembre
Más compras navideñas, porque se acerca Nochevieja y todavía no me he comprado un vestido negro con lentejuelas (corbatas y camisas en el caso masculino) que sólo me voy a poner un día. Te lo compras y reflexionas: No lo tenía que haber comprado, tengo siete iguales en el armario...
Se acerca Año Nuevo y se retoman las listas de propósitos para el nuevo año. Mismos propósitos, mismo fraude. Se sabe que esta lista pierde vigencia en un mes. Con la excepción del gimnasio, ya que al segundo día no te puedes mover de las agujetas y decides quedarte en el sofá pensando: Bah, mañana voy, que por un día no pasa nada... Y nunca más vuelves.
Ah! y dejar de fumar. Como vas a dejar de fumar si en Nochevieja salimos de fiesta... Todos sabemos que el "lo dejo a partir de mañana" siempre se dice pero nunca llega; ese "mañana" es una nueva medida de tiempo, equivale a 300 años.
31 de Diciembre
Tercera cena. Nada nuevo que añadir. Bueno sí, más turrón, peladillas, polvorones... es inevitable.
Se acercan las doce de la noche y Ramonchu y su capa deciden irrumpir en nuestro salón para dar paso a las campanadas. ¿Quién no ha empezado antes de tiempo? ¿Quién no se a atragantado nunca con las uvas? No hay año en que no ocurra nada en ese breve instante de tiempo. Y gong. ¡Feliz Año Nuevo! Y todo son besos y abrazos y brindis con champán.
1 de Enero
Todo el mundo se levanta a la hora de la comida. Excepto tu abuela que lleva cocinando toda la mañana para que no pases hambre. Y con la resaca del día anterior, miras lo que tienes que comer... y ahí, en ese momento, es cuando explotas.
Del 2 al 4 de Enero
Mientras nos recuperamos de los excesos de Diciembre, toca volver de shopping. Se acerca Reyes y nos toca ir a hacer las compras de última hora. Que si un juguete por aquí, que si a mi tía a la que veo una vez al año no le he comprado nada aún... esas cosas que te agobian.
5 y 6 de Enero
Otra cena familiar, pero esta vez algo más ligerita. A dormir pronto para que vengan los Reyes.
Despiertas de madrugada y ves a tu padre con restos de migas en el bigote de las galletas que le dejaste a Baltasar. Ignoras ese pequeño detalle y te diriges al árbol a abrir tus regalos. Que son varios claro. El primero, que siempre es carbón (ya ves tu que gracia, con lo malo que está), algún regalo con el que finges por fuera gran alegría y regocijo y por dentro te salen rayos y centellas y, si te has portado bien, lo que le pediste a los Reyes.
Una vez abres los regalos, te diriges a desayunar y ves el roscón de Reyes, tan redondo, tan brillante, tan delicioso, tan... que decides asumir tu destino y re-explotar de nuevo.
7 de Enero
Y mientras asimilas que mañana hay que volver al trabajo y que tienes una deuda con unos siete países... oh! espera... Rebajas!!!!!
¡Felices Fiestas!
Si os ha gustado, podéis leer algún post similar pinchando "aquí" (Ríete un rato).
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jajaja muy divertido! Tópicos que recuerdan perfectamente a nuestras navidades. Muchas risas :D
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