Dos años después de dejar Islamabad, Carrie se encuentra en Berlín viviendo con su nuevo novio Jonas y haciendo vida normal con su hija. Ahora trabaja como jefa de seguridad en la fundación Düring, encargada de dar ayuda humanitaria.
Carrie se pone en contacto con el líder de Hezbollah para garantizar la seguridad de su jefe, Otto Düring, en un campo de refugiados en Líbano. Una vez allí, Carrie tiene un desencuentro con Allison (jefa de la CIA en Berlín). De repente, Carrie y su jefe se ven atrapados en una emboscada y, más adelante, Carrie descubre que el objetivo del ataque era ella y no su jefe.
Saúl y Dar Adal mandan a Quinn a Berlín para liquidar enemigos de la CIA, para ello, le meten los datos de sus víctimas en un buzón. Sorpresa cuando Quinn descubre que su siguiente objetivo es Carrie. Ella, se siente amenazada y empieza a buscar pistas sobre quien quiere matarla (Haqqani, Dar Adal, Saúl, Allison y una larga lista de familiares de víctimas de sus atentados). Está tan paranoica que su nuevo novio verá a la verdadera Carrie en acción.
Saúl, mientras tanto retomará su relación con Allison (fueron pareja en el pasado) y tirará por la borda sus principios para confirmar ante quien haga falta que ella es la mejor para llevar la CIA en estos momentos.
Por otro lado, unos hackers alemanes y una periodista quieren publicar, a través de la fundación en la que trabaja Carrie, unos ficheros que muestran escuchas ilegales en Alemania por parte de Rusia. Esto puede provocar una crisis en el país, ya que Carrie sabe la consecuencia de que esos documentos salgan a la luz.
Más adelante, se descubre que Allison trabaja para los rusos y que fue ella quien dio el nombre de Carrie a Quinn (por la filtración de información en la fundación Düring), entre otras cosas. Cuando Allison huye en busca de ayuda de sus aliados, dispara a Quinn. Éste escapa y le rapta un grupo de yihadistas que pretenden atentar con gas sarín en Berlín, probando previamente los efectos en Quinn (unas imágenes no aptas para todos los públicos).
La CIA y el servicio de inteligencia alemana consigue encontrar a Quinn (en unas condiciones funestas) y con "ayuda" de Allison descubren que los yihadistas van a atentar en el aeropuerto de Berlín. Todos los dispositivos se desplazan allí para evacuarlo lo más rápido posible; excepto Carrie, quien descubre que Allison les ha engañado (otra vez) y que, en realidad, el atentado va a ser en el metro. Carrie se dirige hasta allí, donde consigue ella sola evitar la catástrofe.
Finalmente, con el caso resuelto, Carrie se da cuenta de que su relación con Jonas está terminada. Por otro lado, Otto Düring le hace una propuesta que supongo que sea el enlace con la próxima temporada (ya que no quedó muy claro que esta organización estuviera muy limpia).
Opinión personal
En esta temporada, me ha gustado mucho el doble juego que ha tenido el personaje de Allison (Miranda Otto). Cómo fue captada por los rusos con el fin de ponerla al mando de la CIA. Creer que ella era todo el mal en esta temporada y, sin embargo, en el capítulo 8 (cuando vemos el pasado entre Allison y Carrie) nos damos cuenta de que está en esa situación bajo amenaza. Para mí, eso no justifica sus actos, pero si ablanda un poco el personaje.
Una vez más, Peter Quinn nos sumerge en sus misterios con una trama que, en un principio, no me acababa de cuadrar y que, finalmente (y tristemente también)... nos deja ese toque amargo.
"Homeland (Temp 1 - 3)"
"Homeland (Temp 4)"
"Homeland (Temp 1 - 3)"
"Homeland (Temp 4)"
Mi nota final es de 8'5/10.
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