Desde muy pequeño, Ben vio en su compañero de clase, Reed, a un gran científico. Asombrado por el trabajo de su amigo, decidió hacer de ayudante en sus intentos por construir una máquina capaz de teletransportar materia.
Cuando ambos son rechazados por sus profesores en un concurso científico del colegio al mostrar como un avión de juguete desaparecía y volvía a aparecer (creyendo los profesores que se trataba de un truco de magia y no de ciencia). El profesor Franklin Storm, quien merodeaba buscando jóvenes promesas, le ofrece a Reed la oportunidad de formar parte de un gran equipo de científicos para poder crear una máquina como la suya pero a lo grande y capaz de teletransportar humanos.